El estudio SEDESTACTIV quiere evaluar la efectividad de una intervención educativa para ayudar a reducir las horas que las personas con sobrepeso y obesidad moderada están sentadas. Para llevar a cabo este estudio, el grupo de investigadores desarrolló el proyecto ‘Cómo reducir las horas de estar sentado en personas con sobrepeso y obesidad moderada: la opinión de los pacientes en atención primaria’, cuyo objetivo era conocer qué piensan los pacientes sobre el hecho de estar sentados mucho tiempo y cuáles pueden ser las barreras o las ayudas que encuentran para iniciar cambios en su vida y reducir estas horas.
Se efectuaron 10 entrevistas a pacientes de entre 25 y 65 años con sobrepeso u obesidad moderada que pasaban más de 6 horas diarias sentados: 5 fueron entrevistas individuales y otras 5 fueron entrevistas en grupo. Un moderador experto les preguntaba su opinión sobre el hecho de estar sentados muchas horas y las consecuencias que tiene, la predisposición para cambiar esta conducta (según aspectos motivacionales y de confianza), sus propuestas y qué factores pueden influir (qué factores consideraban barreras y cuáles, facilitadores del cambio, que les permitiera reducir las horas que están sentados); también, como pensaban que se les podía ayudar desde la atención primaria.
Según los autores del estudio “en su mayoría, no son conscientes y se sorprenden cuando ven la cantidad de horas que pasan sentados, aunque consideran que estar sentado es una conducta normal y placentera”.
Entre los participantes que pasan muchas horas sentados, se han encontrado tres perfiles: los trabajadores con trabajos sedentarios, de tipo administrativo o que atienden al público, que pasan muchas horas sentados en el trabajo porque trabajan sobre todo con el ordenador; las amas de casa y los jubilados, sobre todo por la tarde, porque miran la televisión, y las personas que estudian o hacen formación continuada, que están horas sentadas en clase y mientras hacen los deberes.
Desconocen las consecuencias negativas para la salud a largo plazo, pero se muestran conscientes de que pasar tantas horas sentados les conlleva problemas de salud físicos como dolor en la espalda, aumento del peso, problemas en las articulaciones y la circulación; y, mentalmente, se encuentran cansados y de mal humor. Por ello, muchos de los pacientes participantes en el estudio reconocen que “se habían planteado la necesidad de estar menos tiempo sentados”.
Del mismo modo, sin embargo, la mayoría reconoce poca implicación para cambiar las cosas, para iniciar actividades y evitar el estar sentados. Y lo justifican por la dificultad de cambiar rutinas familiares y, especialmente, laborales tales como el ritmo de trabajo, el tipo de trabajo ante el ordenador, etc. Además, muchos reconocen que cuando hacen actividades en tiempo de ocio son también pasivas: como ir al cine o ver la televisión, jugar a videojuegos, etc.
Como elementos facilitadores para el cambio, los participantes reconocían que se sienten mejor después de hacer alguna actividad que implique movimiento, si
disponen de tiempo para poder hacer actividades físicas, sobre todo al aire libre y en compañía, y si están en un entorno familiar físicamente activo.
Fuente: Jano