El estrés es una constante en la vida de muchos ciudadanos. El trabajo, las tareas y las múltiples actividades que acompañan al día, convierten las agendas en una carrera a contrarreloj. Este agobio es el detonante que hace que muchas personas se unan a la práctica del mindfulness. Una técnica psicológica que, según define el doctor Javier García Campayo, “permite aceptar el presente, generando así un gran bienestar físico y psicológico“. Este auge ha dado pie al debate de que si se trata de una moda o de un auténtico estilo de vida. Una cuestión que queda rebatida por los expertos basándose en los beneficios de esta práctica y en la evidencia científica de la misma.
Los orígenes de esta técnica se encuentran en el Budismo, más concretamente en la meditación. Sin embargo, el mindfulness ha eliminado cualquier aspecto religioso o cultural. “Se ha convertido en una técnica psicológica occidental, con gran evidencia científica, que puede usar cualquier persona, independientemente de su adscripción religiosa”, afirma Campayo, que compagina su labor en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Miguel Servet con la coordinación del Máster de Mindfulness en la Universidad de Zaragoza. En numerosas ocasiones el ‘mindfulness’ se entiende como un sinónimo de meditación, sin embargo, este es un concepto erróneo. Esta técnica es uno de los métodos con los que conseguir el estado de atención plena, pero no es el único, también puede desarrollarse mediante técnicas educativas.
Aunque en España el auge de este movimiento se ha dado desde hace 10 años, este se desarrolló en Estados Unidos hace tres décadas, instaurándose con gran éxito en los países anglosajones. Ahora, el ‘mindfulness’ está asentado en la península, aplicándose al ámbito educativo, laboral y sanitario. Puede utilizarse en tratamientos de enfermedades psicológicas, como la depresión, la ansiedad o las adicciones, y en físicas, como la hipertensión, el dolor crónico o el cáncer. Además de cara al ámbito educativo mejora la atención y los rendimientos académicos; en el empresarial, disminuye el estrés y las bajas laborales; y en el deportivo, regula las emociones y aumenta la concentración.
Una práctica con múltiples beneficios
La práctica habitual de esta filosofía tiene diversos beneficios para la salud. Unos efectos científicos de este método de vida que ha seducido a millones de personas. “A las pocas semanas de practicar la meditación atencional a diario, durante unos 15 minutos, se detectan cambios psicológicos que pueden objetivarse con test psicológicos y también en la estructura cerebral, que se observan en una resonancia magnética funcional cerebral, realizada mediante pruebas de neuroimagen”, concluye el doctor.
Fuente: “El Heraldo“